Este concepto se acuño en el año 2002 por los investigadores de la Universidad de Twente (Países Bajos) Arjen Hoekstra y Mesfin Mekonnen, que establecieron esta variable para obtener información valiosa sobre el consumo real de agua dulce y los usos que hacemos de este bien en la producción agraria de la alimentacion (productos agrícolas y ganaderos) en la industria y otros usos.
Por ejemplo, para preparar una taza de café hacen falta 140 litros de agua, para generar una hora de papel hacen falta 10 litros de agua y para llevar un pantalón vaquero 10.000 litros de agua. Cada persona necesita de media 1.385.000 litros de agua anuales para hacer la vida cotidiana, en Estados Unidos es de 2.842.000 litros de media y en España es de 2.461.000 litros.
Cómo se mide la huella hídrica
El gran hallazgo de los investigadores holandeses y su utilidad práctica han permitido que, desde el año 2002, cualquier organismo, gobierno o empresa pueda aplicar la fórmula para calcular la huella hídrica, un dato de gran utilidad, especialmente en sectores primarios y secundarios. Para calcular su valor hay que medir el volumen (litros o metros cúbicos) de agua consumida, la que ha sido contaminada y la que se ha evaporado en el proceso de producción.
la plataforma creada junto a empresas, sociedad civil, y organizaciones académicas que recoge un manual universal en el que se diferencia entre:
• Huella hídrica verde (precipitaciones retenidas en el suelo): Es aquella que procede del agua de lluvia o de nieve incorporada en el producto y que queda almacenada en el suelo de manera superficial al alcance de las plantas, que la devuelven a la atmósfera mediante evapotranspiración, que la devuelven a la atmósfera mediante evapotranspiración.
• Huella hídrica azul (ríos, lagos y acuíferos): Es el agua que procede o se capta de fuentes naturales o artificiales (superficiales o subterráneas) mediante infraestructuras o instalaciones. Equivale al consumo directo de agua dulce en los procesos de fabricación de bienes e incluye el agua de riego.
• Huella hídrica gris (necesaria para que el medio receptor asimile los contaminantes vertidos): Hace referencia a la calidad y se trata de la cantidad de agua contaminada en los procesos y que posteriormente requiere un tratamiento para cumplir con la normativa sectorial del cauce u organismo receptor de los vertidos finales del proceso.
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