Unión de Uniones, Coag y Asaja critican con dureza la propuesta de recorte de los fondos destinados para la Política Agrícola Común (PAC) en el periodo 2021-2027. La primera insta al Gobierno español a rechazarla, la segunda cifra en un 17% la “pérdida real” de las ayudas para los agricultores y la tercera la califica de “auténtico despropósito”.
Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha mostrado su rechazo ante el anunciado recorte del 5% de la PAC propuesto por la Comisión Europea (CE), en el marco de la negociación del Cuadro Financiero Plurianual 2021-2027. Demanda “coherencia a las distintas partes para que fomenten, de verdad, una PAC fuerte y mejor dirigida”.
La organización pide a la ministra española del ramo que rechace categóricamente, como ha hecho Francia, la propuesta de recorte de las ayudas y que defienda un presupuesto sin recortes para la PAC y acorde a los compromisos y desafíos que se plantean para esta política en el nuevo período. Recuerda que el 30% de la renta de los agricultores se consolida a través de las ayudas de la PAC, que ya han disminuido en la PAC vigente pese a las promesas, incumplidas, de que esto no sucedería. La disminución en mecanismos de equilibrio del mercado el ajuste más severo de las ayudas al desarrollo rural dificulta la competitividad del sector agrario y su mejora, así como su posicionamiento frente a las importaciones de países terceros favorecidas por la política comercial de la UE, a los que, en muchos casos, no se exigen los estándares de calidad, seguridad y éticos que si hemos de cumplir los agricultores y ganaderos de la UE.
Unión de Uniones señala que no se trata sólo de contar con menos dinero para la PAC, sino de cómo se plantea su gasto. Los recursos deben financiar instrumentos que permitan poder operar con mayor seguridad a lo largo de la Cadena Alimentaria y reforzar la posición de los agricultores y ganaderos en la misma, como ha hecho, de nuevo, Francia, en una reciente propuesta de Ley, poniendo como precio de partida los costes de producción, con objeto de que los productores alcancen precios dignos por sus productos.
Además, Unión de Uniones espera que en la próxima PAC se valore y dé protagonismo a la figura del agricultor genuino frente al agricultor de sofá y que se concentren las ayudas en el modelo de explotaciones familiares y profesionales que sustentan la mayor parte del tejido socioeconómico del medio rural europeo.
“La implementación de las nuevas medidas supondría mayores costes en las explotaciones agrarias”
COAG subraya que el marco presupuestario presentado es a todas luces insuficiente para abordar las nuevas exigencias, compromisos y retos planteados en la comunicación de la Comisión Europea sobre el futuro de la PAC, la alimentación y la agricultura tras 2020. “Resulta contradictorio e incoherente que para dar respuesta a las principales demandas de los ciudadanos europeos —lucha contra el cambio climático, seguridad alimentaria, conservación del medio ambiente, economía circular, desarrollo del medio rural—, la UE proponga una nueva reducción del apoyo comunitario a las agricultores y ganaderos. La implementación de las nuevas medidas supondría mayores costes en las explotaciones agrarias y por lo tanto se hace más necesario que nunca una mayor dotación presupuestaria para mantener la viabilidad de las pequeñas y medianas explotaciones”, afirma el secretario general, Miguel Blanco.
“La Unión Europea no puede cargar sobre las espaldas de los agricultores el coste del Brexit”
Asaja no entiende cómo en un momento en que la renta agrícola se sitúa muy por debajo de la media del resto de los sectores económicos, la CE propone una bajada del 4% de los pagos directos. “Se trata de un auténtico despropósito, máxime si se quiere hacer atractiva la incorporación de jóvenes al sector agrario”, aseguran fuentes de la asociación.
“Con este injustificado recorte propuesto queda en entredicho que se puedan alcanzar los retos a los que se enfrenta la agricultura europea en la actualidad, como son producir más con menos; respetar el medio ambiente; fijar y generar empleo; y desarrollar las zonas rurales más desfavorecidas”. Según Asaja, Europa está en un momento de liderazgo en los compromisos medioambientales, como vimos tras la firma de la COP21, “y esta bajada de presupuesto podría suponer una desaparición de la ambición mostrada para conseguir una agricultura más sostenible”.
La organización considera que “la CE no puede cargar sobre las espaldas de los agricultores el coste de la salida del Reino Unido (Brexit) de la UE”. Demanda que se aumenten las aportaciones de los EEMM al presupuesto comunitario hasta el 1,3% del Producto Nacional Bruto, tal y como demanda el conjunto del sector y el propio Parlamento Europeo.
En cuanto al recorte anunciado para el Segundo Pilar de la PAC (Desarrollo Rural), estimado en un 15%, lo califican como “injustificable, puesto que esta partida sirve para dar una dinamización a las zonas rurales y permiten recoger las especificidades que tienen las regiones”. Y recuerda que además la CE propone aumentar las tasas nacionales de cofinanciación en el Segundo Pilar. “Si ya es complicado que las regiones cofinancien, este nuevo aumento supondría un esfuerzo financiero, difícil de asumir, y además dependiendo de la capacidad financiera de cada región, lo que nos lleva a la no aplicación homogénea de estos fondos cuyo destino es el apoyo a las estructuras agraria”, aseguran desde Asaja, que animan “al Ministerio de Agricultura y a la ministra García-Tejerina a que intensifiquen las relaciones y reacciones ante la CE y que a su vez busque aliados para defender un presupuesto digno y adecuado para hacer frente a todos los retos a los que se enfrenta la agricultura europea”.
Fuente: Interempresas
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